jueves, 12 de mayo de 2016

El temor de no agradar a los demas nos hace perder nuestra verdad.

Cierta mañana mientras caminaba hacia el colegio me preguntaba muy nerviosa ¿como seran mis nuevos compañeros ? acaso les agradara que sea  como siempre e sido,trataba olvidar aquella pregunta pero cada vez crecia en mi  el temor de no encajar y no ser capas de acoplarme a ese curso.
Al llegar a mi destino, mientras estaba en la formacion mi mente se bloqueo por completo  de manera que no podia pensar en nada. Luego al entrar al curso me sente en un lugar apartado de las unicas personas que conocia asi que eso me llevo a pensar que talvez no deberia acercarme ni hablarle a ninguno de ellos y esperar hasta salir al recreo para encontrarme con las personas que conocia, pero me puse  aun mas nerviosa debido a que algunos me miraban de una forma muy extraña. Cuando llegue a casa le comente sobre este echo a mi mamá, puesto que ella me dijo ...talvez intentan ser tus amigos por que no tratas acercarte,siempre te ha gustado hacer nuevos amigos. 
Con el pasar de los días comense a hacer lo que mas me gusta y me caracteriza sin lugar a duda, reirme de todo , hablar sobre los nombres extraños y graciosos que tienen mis gatos y hacer cualquier cosa para que rian los demas,  fue entonces que me di cuenta de que no tenia que cambiar mi autenticidad ni ocultarme para agradarle a las demas personas, solo tenia que ser yo misma la que me gustaba ser sin importar lo que los demas digan de mi. 

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